Como nutricionistas, siempre mencionamos lo peligroso que
puede ser para la salud la ingesta de comida rápida tanto para
nosotros como para nuestros hijos; pero lo que a veces no tomamos en cuenta es que no solo la comida es lo que nos hace daño sino también los envases que utilizan pueden generar problemas en la
salud.
Según un estudio presentado en Environmental Science and
Technology Letters los envases que se usan para
envolver la comida rápida contiene sustancias químicas llamadas polifluoroalquilos y perfluoroalquilos (PFAS, por su nombre en inglés) para que
sean resistentes a las manchas, al agua y evitan la adherencia.
Estas sustancias químicas, están asociadas con un aumento del riesgo a desarrollar ciertos cánceres,
problemas hormonales, colesterol elevado, obesidad e inmunosupresión, como se ha visto en
estudios con animales y humanos.
¿Dónde se encuentran estas
sustancias?
Los envoltorios de papel, por
ejemplo, para los sándwiches o las hamburguesas, y las bolsas planas para las
galletitas y los productos de panadería, contenía productos químicos fluorinados,
y el 20 por ciento de los envoltorios de cartón, como las cajas para las papas
fritas y las frituras, cajas de pizzas también incluían esos productos.
Además, los investigadores evaluaron su
presencia en más de 400 muestras de envoltorios de papel, cartón y vasos de 27
cadenas de comida rápida de Estados Unidos para determinar su presencia actual.
Los resultados fueron que el
46% de los papeles contenía PFAS, el 38% de los envoltorios
de sándwiches y hamburguesas, el 56% de los envoltorios de pan y
postres, y el 57% de los envoltorios de la comida texana mexicana.
Datos
muy importantes a evaluar y tener en cuenta a la hora de elegir los alimentos
que consumimos nosotros y nuestros hijos. Una razón más para tener cuidado
con la comida rápida y priorizar la comida sana y natural.