¿Cuánta agua realmente necesitamos
tomar?
Uno siempre escucha las “reglas” del agua: Toma 8 vasos de agua al
día. Toma la mitad de tu peso corporal en agua. Si tienes sed, ya es muy tarde,
estás deshidratado.
Mientras que estar sediento no es precisamente placentero,
mantenerse hidratado es importante por muchas razones. El agua ayuda a la digestión,
enjuaga las toxinas, lubrica las articulaciones y mantiene tu memoria al
máximo. Cuando estás deshidratado, tus ojos, nariz, boca, piel y cabello se
sienten también secos.
En el 2004, el Instituto de Medicina estableció líneas generales
sobre la ingesta de agua. Una mujer adulta sana necesita alrededor de 2,7L de
agua total y un hombre adulto sano necesita alrededor de 3,5L al día.
Pero eso no significa que debes atragantarte 11 tazas de agua cada
día. Agua “total” también incluye el agua en otras bebidas –sí, incluso el té
de media tarde o la sopita de la cena- así como el agua de alimentos altamente
hidratantes y con gran volumen de agua en su composición. Cerca del 80% de
nuestra ingesta diaria de agua proviene de bebidas, y el 20% restante proviene
de la comida que ingerimos.
Hay algunas situaciones en donde querrás consumir un poco más de
agua: los climas calurosos y húmedos nos hacen perder más agua a través del
sudor, y si estás enfermo con fiebre o vómitos estarás perdiendo líquidos
extras. Las mujeres gestantes y las que dan de lactar también necesitan agua
extra, así como los atletas o los que simplemente se ejercitan ya que perderán
agua extra en el sudor.
Bueno, es verdad que la sed es síntoma de deshidratación, así que
trata de recordar tomar agua a lo largo del día. Una buena manera controlar tu
nivel de hidratación es observar el color de tu orina. Observa el color de tu
orina a lo largo del día, en especial la primera orina en la mañana, si tiene
un color claro (transparente o como limonada) estas suficientemente hidratado,
mientras que si la orina es oscura (parecido al color de agua de manzana) debes
tomar más agua hasta que llegue a ser transparente.
Ten en cuenta que otras cosas pueden temporalmente cambiar el
color de la orina, incluyendo medicamentos, betarragas, alimentos con
colorantes artificiales. Los suplementos de vitaminas y minerales también
afectan la orina haciéndola más amarilla, haciendo parecer que uno está
deshidratado.