Nutrición y estética

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Nutricionista Lima

lunes, 7 de mayo de 2012

El problema con el tamaño de las porciones en las etiquetas NUTRICIÓN ESTÉTICA

El problema con el tamaño de las porciones en las etiquetas
De acuerdo con las etiquetas, medio litro de helado corresponde a 4 porciones. Pero, ¿cuándo fue la última vez que mediste la cuarta parte del envase y guardaste lo demás para otro día?
Para muchas personas, la realidad es que la mayor parte del medio litro puede desaparece en una sola toma. Un paquete mediano de papitas fritas indica que una porción es de 25gr lo que equivale a 15 unidades, pero es difícil imaginar mantener la cuenta de cada papita que comemos de la bolsa. Y mientras 160 calorías y 2 gramos de grasa saturada puede sonar un precio bajo para un paquete de galletas de chocolate con relleno, hay que tener en cuenta que técnicamente hablando, una porción es solo de 3 galletas lamentablemente.
A la vista de las crecientes críticas, la FDA ha estado bajo presión por años para forzar a los fabricantes de comida a incluir tamaños de porciones más realistas en la información de su etiqueta.  Esta agencia regula los tamaños de porción que pueden ser incluidos en las etiquetas proporcionando a los fabricantes de comida una guía detallada para seguir, la cual indica las cantidades de un alimento en específico que una persona “habitualmente consume” en una típica comida. Pero los críticos dicen que estas supuestas cantidades de referencia son frecuentemente ridículamente pequeñas debido a que están en parte basadas en investigaciones llevadas a cabo en los años 70, cuando las personas comían menos y no existían las porciones “extra grandes”.
Ahora, en un esfuerzo por resaltar los problemas con algunas etiquetas, el Centro de Ciencia de Interés Público, un grupo de defensa al consumidor, ha destacado a los que considera los peores infractores.
Al inicio de la lista son las etiquetas de las sopas en lata o instantáneas, helados, cremas para café y sprays para cocinar – todos los cuales subestiman groseramente la cantidad de calorías, sodio y grasas saturadas que una típica persona promedio consumiría de estos alimentos.
Las sopas instantáneas son uno de los más espantosos ejemplos. De acuerdo con algunas etiquetas, una porción es de una taza y contiene 790 miligramos de sodio. Pero en un estudio que abarcó 1 000 consumidores, sólo 10% de las personas dijeron que consumirían solo la porción de una taza. La mayoría, 64%, dijeron que tomarían toda la sopa en una sola toma, consumiendo 1800 miligramos de sodio de una sola vez. Esto es aproximadamente 80% de los 2300 miligramos de sodio recomendados como el límite superior de consumo diario de sal según la Guía Dietaria del 2005 y muy por encima de los 1 500 miligramos que los funcionarios de salud han dicho que es lo óptimo.
Otro producto que se encuentra en la lista de los peores infractores son los sprays para cocinar, los cuales basan su información nutricional en “tamaños de porciones ridículamente pequeñas” dice el grupo de investigación. Una de las marcas más populares indica 0 calorías y 0 grasa en su etiqueta. Pero la información está basada en un spray que dura un cuarto de segundo.
“Esa no es la forma como lo utilizan las personas” dice el Sr. Jacobson director ejecutivo del grupo. “Es probablemente imposible hacer el spray por un tercio de segundo. Nosotros sugerimos que 6 segundo es un tiempo razonable.” Un spray de 6 segundos tiene 50 calorías y 6 gramos de grasa.
Las cremas para café son otra fuente alta de calorías y grasa. Una de las marcas más populares basa su información nutricional en una cucharadita, a pesar de que muchas personas probablemente agregan mucho más que eso a su taza diaria de café. Una mirada a las versiones “light” de estos productos hace pensar que se está obteniendo 10 calorías y 0 grasa, cuando una porción de 2 cucharadas - una porción más realista, dice el grupo – aportaría 50 calorías y 1.6 gramos de grasa saturada. Esto es casi igual a 2 cucharadas de la versión no light o regular – 40 calorías y 2 gramos de grasa saturada.
Los hallazgos están basados en un cuestionario oficial del Centro de Ciencia de Interés Público y llevado a cabo por la Corporación de Investigación de Opinión en Princeton, N.J.
La FDA ha estado en proceso de revisión de las etiquetas desde el 2005. Pero la agencia ha mantenido un gran hermetismo sobre en qué etapa del proceso se encuentra y sobre cualquier cambio que planee hacer, como por ejemplo, si las etiquetas deben incluir detalles de los azúcares añadidos o solo de azúcar total, o si la cantidad de calorías debe enfatizarse menos o más de lo que es ahora, dice el Sr. Jacobson.
Solo nos queda pensar que no podemos fiarnos de las etiquetas para regular nuestra alimentación, así que hay que poner mucha más atención en lo que compramos y comemos.



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