Nutrición y estética

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Nutricionista Lima

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Un nuevo problema para los depresivos?







¿Tiene depresión? Aquí un nuevo riesgo

El descubrimiento de que muchas personas con problemas en su vida o con mal humor ocasional estarían dispuestas a medicarse con antidepresivos navegó con las farmacéuticas a través de los años 2000. Una buena parte de los 4,5 billones de dólares de la estrategia de publicidad “directo al consumidor” de las farmacéuticas ha estado dedicada a convencer a las personas de que ellas no tienen problemas en su trabajo, económicos y con sus familias, sino que tienen depresión. Especialmente debido a que la depresión no se puede diagnosticar con un examen de sangre.

Desafortunadamente 3 cosas arruinaron esta moda de la depresión: las grandes marcas perdieron la patente y los genéricos ganaron terreno, los antidepresivos fueron asociados a sangrado y a violencia impredecible, especialmente en usuarios jóvenes, y ni siquiera funcionan, según artículos médicos.

Ahí fue cuando las farmacéuticas debutaron con el nuevo concepto de “depresión resistente al tratamiento.” No era que sus drogas no funcionaran (o que uno no tuviera depresión en primer lugar), sino que uno tiene “depresión resistente al tratamiento.” La primera cara y peligrosa droga necesita ser asociada con más drogas caras y peligrosas porque la monoterapia, una droga sola, no estaba haciendo el truco.

Uno tiene que admirar la audacia de las farmacéuticas por esta estrategia de ventas. Añadir drogas para la depresión resistente al tratamiento triplica su consumo, los pacientes no saben que droga está funcionando así que las toman todas y los medicamentos defectuosos son exonerados.

Ahora las farmacéuticas tienen un nuevo susurro de campaña para mantener a los antidepresivos a flote. La depresión es “progresiva.” Había una vez, cuando la depresión no era considerada estacional, atípica, bipolar, o resistente al tratamiento sino que era considerada una enfermedad que se auto-limita. De hecho, casi lo único bueno que podías decir sobre la depresión es que no duraría para siempre.

Pero ahora, las farmacéuticas nos están dando el tratamiento para la depresión “no esperes” basado en el miedo como con los eventos coronarios (estatinas), ataques de asma (medicamentos “controladores”) y adelgazamiento de huesos. ¡Si no te apuras en tomar la medicación, tu depresión se pondrá peor!

“Con el tiempo los episodios depresivos se vuelven más fácilmente desencadenados” es uno de los artículos que flota en el sitio web de Medscape (flanqueado por anuncios del antidepresivo Pristiq). “Conforme el número de episodios depresivos graves incrementa, el riesgo de episodios subsecuentes es predicho más por el numero de episodios previos que por la ocurrencia de un estrés reciente.” El artículo, descaradamente titulado “La Neurobiología de la Depresión: el Desorden Depresivo Grave es una Enfermedad Progresiva,” está escrito por Vladimir Maletic, quién resulta haber trabajado como portavoz en la farmacéutica Eli Lilly, dice la reveladora información, y cada uno de los co-autores son trabajadores y/o accionistas de la farmacéutica.

Antes de la publicidad “directo al consumidor,” el sistema de salud estaba orientado a prevenir el sobre-tratamiento asegurando a sus pacientes de que probablemente estaban bien. ¿Quién se acuerda de, “tómate 2 aspirinas y llámame en la mañana”? ahora los pacientes están seguros de que probablemente no están bien sino que probablemente tienen un enfermedad progresiva. Afortunadamente, su enfermedad puede ser tratada con prescripciones progresivas de las farmacéuticas.


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